
Fumar cigarrillos tradicionales siempre ha estado vinculado a riesgos en la salud reproductiva y ahora el uso de vapeadores se posiciona como una amenaza silenciosa para la fertilidad femenina y masculina, especialmente entre los jóvenes. Un estudio del Ministerio de Salud (MINSA) reveló que el consumo de cigarrillos electrónicos ha aumentado un 2% en los últimos cinco años entre adolescentes de 13 a 15 años, lo que preocupa a los especialistas en salud pública e infertilidad.
Las autoridades sanitarias panameñas advierten que desde 2002 se vienen dando una “epidemia madura” de tabaquismo, es decir, que el consumo de nicotina se mantiene estable y sin distinción entre hombres y mujeres. Y es que, aunque el uso de cigarrillos electrónicos parece inofensivo, su impacto en la fertilidad a largo plazo es tan grave como el del cigarrillo tradicional.
Diversos estudios científicos han confirmado que la nicotina incluyendo sin combustión tiene efectos nocivos en la salud reproductiva:
• En mujeres, afecta la ovulación, deteriora la calidad de los óvulos y puede adelantar la menopausia.
• En hombres, reduce la producción y calidad de los espermatozoides.
• En adolescentes y jóvenes, impacta negativamente en la reserva ovárica al alterar la hormona antimülleriana, lo que acelera el envejecimiento ovárico.
Así lo explica el doctor Saúl Barrera, director médico de IVI Panamá: “Está comprobado que los vapeadores y sus derivados tienen efectos negativos sobre la fertilidad, principalmente debido a la nicotina y a otras sustancias tóxicas presentes en ellos. En la fertilidad femenina, la nicotina puede afectar negativamente el proceso de ovulación, causar la destrucción de folículos ováricos, dificultar la implantación embrionaria, lo que incrementa el riesgo de infertilidad y acelerar la disminución de la reserva ovárica al comprometer la calidad de los ovocitos”.
Además, se ha observado que la nicotina puede inducir menopausia precoz, un proceso asociado al envejecimiento acelerado que afecta tanto a fumadoras activas como pasivas. Y ya durante el embarazo, el uso de cigarrillos electrónicos se ha asociado con un mayor riesgo de complicaciones obstétricas, como parto prematuro y restricción del crecimiento fetal, lo que puede derivar en un bajo peso al nacer.
En hombres, la nicotina también tiene efectos adversos en su fertilidad. Esta sustancia química posee la capacidad de afectar negativamente a la producción de espermatozoides, deteriorando su calidad y motilidad. “Diversas investigaciones han demostrado que su consumo puede afectar el ADN de los espermatozoides y aumentar el riesgo de mutaciones genéticas en la descendencia”, añade el Dr. Barrera.
Riesgos en la salud reproductiva desde edades tempranas
Más allá de los efectos que la nicotina puede tener sobre la fertilidad en la edad adulta, es importante destacar su impacto en los jóvenes, especialmente ante el uso cada vez más común de vapeadores. Por ello, es fundamental concienciar sobre las repercusiones del consumo de esta nueva tendencia.
En el caso de las chicas, una hormona clave es la hormona antimülleriana (AMH), ya que refleja la reserva ovárica. Esta, que incluye tanto la cantidad como calidad de ovocitos, disminuye de forma natural con la edad. Sin embargo, factores externos como la exposición a la nicotina –presente en cigarrillos tradicionales y electrónicos—pueden acelerar su deterioro.
“Cualquier momento es oportuno para adoptar hábitos que protejan nuestra salud. Es crucial visibilizar los efectos del vapeo, una variante del tabaquismo cuyos impactos aún se estudian, pero que ya ha demostrado consecuencias negativas en la salud general y, especialmente, en la fertilidad. Promover desde temprana edad la conciencia sobre los riesgos del consumo de nicotina es clave para construir una sociedad más informada y saludable.”, concluye el Dr. Barrera.