Teresa Rey, directora de Marketing Solutions para Panamá en LLYC
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Durante las últimas décadas, el Super Bowl ha trascendido de ser sólo un evento deportivo a convertirse en uno de los mayores escenarios para la publicidad a escala global. Cada año este acontecimiento congrega a apasionados por el fútbol americano, fans de los artistas a cargo del show de medio tiempo y curiosos que quieren mantenerse al tanto de los últimos detalles de este acontecimiento que genera gran expectativa.
Según datos de Fox Sports, cadena encargada de la transmisión del Super Bowl 2025, más de 126 millones de personas en Estados Unidos vieron el partido la noche del 9 de febrero. El acceso a una audiencia tan diversa y amplia ha convertido los espacios publicitarios de este evento en uno de sus activos más valiosos. De hecho, según AdAge, las marcas han llegado a pagar más de ocho millones de dólares por apenas 30 segundos de exposición.
El Super Bowl se ha consolidado como una vitrina donde convergen y se exhiben las tendencias más relevantes del marketing global. Este año se observó una inclinación hacia la inclusión de múltiples celebridades en un solo anuncio, buscando atraer a diferentes segmentos demográficos. Además, hubo una notable preferencia por narrativas que apelaban a las emociones, ya sea a través de la nostalgia, el humor o mensajes inspiradores.
Entre los más arriesgados destaca el anuncio de la plataforma UberEats en el que Matthew McConaughey propone una teoría conspirativa, sugiriendo que el fútbol americano fue inventado para vender comida. A través de recreaciones de eventos históricos junto a otras celebridades, McConaughey insinúa que términos y nombres de equipos de fútbol fueron diseñados para provocar antojos de comida añadiendo un toque de humor y sarcamo.
Otros anunciantes optaron por utilizar la emoción y la inclusión para conectar con su audiencia. En su comercial “So Win”, Nike puso el foco en nueve grandes atletas, incluyendo a Sha’Carri Richardson y Caitlin Clark; y en el que se desafían estereotipos en el deporte femenino, animando a las mujeres a superar las críticas y triunfar en cada objetivo que se propongan.
La Inteligencia Artificial (IA) también fue la gran apuesta de los comerciales de las grandes tecnológicas. Google promocionó su chatbot Gemini con un anuncio que destaca el lado humano de la tecnología, mostrando a un padre usando la herramienta de IA para prepararse para una entrevista de trabajo mientras cría a su hija. Por su lado, OpenAI apostó por las grandes invenciones de la humanidad hasta culminar en el desarrollo de la IA Generativa, destacando que todo avance comienza con un solo paso.
Por último, Taco Bell regresó al Super Bowl tras una breve ausencia con un anuncio que cuenta con la participación de Doja Cat. La campaña, creada por la agencia Biite, incluyó a sus superfans, quienes fueron grabados en diciembre a través de fotomatones itinerantes y que contó con la participación de más de 3.000 personas, haciendo de sus clientes los protagonistas de este comercial.
Los comerciales han sido tan diversos como las marcas que representan. Desde gigantes de la tecnología y aplicaciones de delivery hasta cadenas de comida rápida e incluso personajes de películas promocionando sus próximos estrenos. Sin embargo, el verdadero protagonista ha sido el ingenio y la audacia de las marcas al comunicar sus mensajes para impresionar a los espectadores.
La creatividad de los anunciantes demostró que, aunque las tendencias evolucionan, la esencia de una publicidad efectiva reside en la capacidad de contar historias que conecten emocionalmente. La combinación de creatividad, audacia y una comprensión profunda de las tendencias actuales permitió a las marcas no sólo destacar en este macro evento, sino también ser parte esencial de la conversación social y conectar con sus audiencias.