En el transcurso de este juicio que han seguido millones de televidentes en vivo y en directo, han salido a la luz situaciones que superan cualquier guion de terror, con la narrativa de escenas que bien podrían tildarse de asquerosas, crueles y maníacas, en su gran parte protagonizadas por Amber, que en su afán de hundir a Johnny y sacar muchos dividendos, ha terminado auto incriminándose, usando fallidas cartas y audios donde pretendía certificar los abusos y la violencia a la que supuestamente habría sido sometida por parte de Depp; sin embargo, para sorpresa de todos los participantes en la audiencia y el mismo jurado, las pruebas presentadas por la defensa de Amber Heard, lejos de favorecerla, mostraron a una mujer llena de un notorio desequilibrio mental y emocional, y lo que es peor, provocadora e incitadora de violencia, asunto que definitivamente dio un vuelco al pleito y a la opinión del público y de la prensa mundial.
Muchos testigos de parte y parte se han presentado, algunos de manera virtual y otros presencial, y sin duda han alimentado las líneas de investigación y proporcionado información por momentos hasta jocosa e hilarante, sobre los extraños comportamientos de la pareja, y sobre todo, de las oscuras y casi demenciales acciones tomadas por Amber en sus momentos de enojo, para propinar “castigos” a Depp que para entonces, ya procesaba su divorcio en los tribunales. Johnny por su parte, insiste en que se le reconozca como víctima, no sólo de calumnias y difamación que llevaron al traste su carrera y su vida, si no, como un hombre violentado una y mil veces al interior de su hogar, agresiones que él no respondió con otra cosa que retirarse de la escena, a pesar del acoso y la provocación permanentes de Amber, que sólo perseguía obtener como fuera, las pruebas que le llevaran a obtener una buena bolsa de indemnización.
El jurado consideró que Amber sí incurrió en el delito de difamación y perjudicó a su ex esposo, tanto en su vida profesional como personal resultando Johnny Depp cómo el vencedor de esta lucha legal, decisión que para la gran mayoria es más que justa, ya que en el transcurso de las audiencias, las acciones y argumentos de Amber, no se mostró otra cosa que su desorden mental y emocional y un deseo casi perverso de hacerle daño a Jonny Depp.
Amber sin embargo, no tendrá que desembolsar todo el monto por el que fue demandada que eran cincuenta millones de dólares, ya que se le condenó únicamente a quince millones para compensar todos los daños causados a se exesposo.
Así culmina entonces, está lucha que legal que mantuvo en vilo al mundo del entretenimiento, y que marca un precedente, pues se reconoce a un varón por demás gran celebridad, cómo victima de violencia intrafamiliar, asunto que, sin duda, ha brindado el argumento perfecto para una gran película donde las relaciones tóxicas llegan al clímax, con un tinte de sadomasoquismo que muchos jamás llegamos a imaginar..
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