Raymundo Peixoto, Vicepresidente Senior y Director General de Soluciones de Datacenter en Dell Technologies LatAm
Hoy los datos se generan en todos lados y cada vez más se busca implementar acciones para la gestión desde su punto de creación al cual se le ha denominado “Edge” por tratarse del punto más lejano o “en el borde” del proceso. En la región de Latinoamérica, el Edge Computing es la tecnología emergente más utilizada por las organizaciones con una adopción del 65%. Estos datos, empleados correctamente, pueden crear valor inmediato y esencial e impactar positivamente no solo los resultados comerciales, sino también casos de salud críticos y de seguridad.
Las aplicaciones del Edge pueden variar mucho por diseño y resultados. La huella de la infraestructura de TI, la red, fuentes de entrada, seguridad, almacenamiento de datos, protección de datos y las consideraciones arquitectónicas son impulsadas por diferentes factores. Estos incluyen las características de los datos que deben ser analizados en el Edge, la velocidad con la que se deben obtener los conocimientos para ser alineados con el resultado comercial deseado y qué porción de esos datos o metadatos deberán ser enviados a un ambiente centralizado. Por ello, la manera correcta de abordar el Edge Computing es específica para cada industria y cada organización.
El proceso de implementar y operar el Edge Computing no siempre es directo. Las iniciativas del Edge por lo general no tienen objetivos claros, involucran nuevas tecnologías y presentan procesos conflictivos entre TI y la tecnología operativa (TO). Por ello, como primer paso para iniciar una estrategia de Edge, es necesario estar de acuerdo y alinear los objetivos de negocio antes de empezar a hablar de tecnología. Tener metas de negocio específicas permite administrar las expectativas, medir los resultados conforme se avanza y hacer correcciones necesarias en el camino.
Las organizaciones también necesitan consolidar las aplicaciones en una sola infraestructura para lograr ahorros significativos. No deben ver al Edge como un conjunto de dispositivos y aplicaciones desvinculados, sino como todo un sistema que habilita operaciones eficientes. Virtualización, aplicaciones en contenedores y una infraestructura definida por software son los cimientos para un sistema que puede permitir la consolidación.
Cada vez más organizaciones están construyendo puentes entre TI y la TO y están diseñando exitosamente para los resultados de Edge en conjunto. Estas áreas no pueden estar trabajando en silos cuando se trata del Edge, por lo tanto, lo ideal es tomar lo que cada una sabe hacer mejor, al mismo tiempo que se aprovechan los estándares comunes, prácticas y una meta o resultado compartido.
Planear para los resultados iniciales es importante, pero también lo es planear para el crecimiento y agilidad futura. Para ello, es necesario pensar en las nuevas capacidades que se podrían requerir y los nuevos casos de uso que se podrían implementar para el crecimiento.
Un caso práctico sería la implementación de Deep Learning en los procesos de control y monitoreo. Para ello, la infraestructura de Edge debe ser capaz de expandirse para incluir la capacidad de red, almacenamiento y cómputo acelerado necesario para poder hacer pruebas de modelos en el Edge. Al mismo tiempo, adoptar un modelo as-a-Service con infraestructura puede otorgar a la TI mayor control sobre su ambiente y facilitar la ubicación de sus recursos donde puedan extraer el mayor valor.
El Edge tiene la capacidad de transformar las operaciones y los resultados del negocio cuando una organización lo define de la mano de un socio experto, simplifica su solución de Edge Computing a través de la consolidación e integración, y planea para el crecimiento con una estrategia diseñada alrededor de los beneficios basados en los resultados. Ahora es el momento de capturar la oportunidad que ofrece el Edge para maximizar el valor de los datos que están generando las organizaciones e impulsar a los negocios hacia adelante con los conocimientos adquiridos.