En la actualidad encontramos múltiples fuentes de información en diferentes medios de personas que con autoridad recomiendan tal o cual sustancia o suplemento alimenticio que promete mejorar nuestra calidad de vida.  De esto conversamos con la Doctora Débora Arosemena, Nutrióloga del Hospital Paitilla quien nos indica que “la mayoría de suplementos y minerales deben provenir de los alimentos que ingerimos.  Sin embargo, hay periodos de la vida como el embarazo en que el cuerpo requiere cantidades adicionales de hierro, ácido fólico y calcio, por ejemplo, para suplir las necesidades tanto de la madre como el bebé y que solamente con la alimentación no es posible lograr.  En la menopausia también lo vemos con la necesidad de calcio y en algunos casos vitamina D.  Ya en la vejez si es posible que sea necesaria la suplementación ya que por lo general la persona ingiere menos alimentos”.

El tema es que si ingerimos estas vitaminas o minerales sin consultar con el médico tratante podemos seguir consejos que no están basados en nuestra condición particular, además de que pueden interferir o causar reacciones adversas con respecto a medicamentos que estemos tomando o a condiciones físicas que a lo mejor ni siquiera han sido diagnosticadas.

“Estas recomendaciones que podemos encontrar en las redes están hechas de forma muy generalizada, sin analizar la situación de la persona de forma individual y en muchos casos, son realizadas por personas que no tienen la formación académica necesaria para hacerlas”.

Tenemos por otro lado las sustancias que prometen combatir el envejecimiento o prevenir el cáncer.  “En el caso de las sustancias denominadas antiradicales (contenidas por ejemplo en el tomate, moras, fresas) si se ha comprobado que contribuyen a prevenir el desarrollo de las células cancerosas y su propagación. 

Otros hábitos se han popularizado, como la ingesta del vinagre de sidra de manzana, “en realidad no he encontrado beneficios palpables.  Uno de ellos en teoría es regular el Ph del cuerpo, que es de 7 y convertirlo en menos ácido, sin embargo, el cuerpo volverá a su balance siempre.  Sin embargo, el cranberry (arándano, fresco o en cápsulas) es recetado con frecuencia por los urólogos y al cambiar un poco el Ph previene las infecciones urinarias y, por otro lado, los gastroenterólogos lo recomiendan para mejorar la flora intestinal”.

Están también las sustancias que prometen quemar grasa y perder peso, ante esto la Doctora Arosemena nos comenta “la forma de perder peso es con una alimentación balanceada y actividad física.  Muchas de estas sustancias contienen cafeína y en algunos pacientes se puede desencadenar una arritmia o elevar la presión arterial.  Con respecto a los productos pensados para ganar masa muscular, no se verán resultados si no se practican ejercicios físicos, que es lo más importante en este caso.  Comer o tomar batidos de proteína en exceso puede además perjudicar el riñón”.

“Debemos mencionar algunas vitaminas que se depositan en la grasa (liposolubles), como las A, D, E, K, los Omega 3,6,9 o los ácidos grasos esenciales.  Ellas se deben medir en sangre para evitar que se acumulen en el cuerpo y produzcan un cuadro de toxicidad, por eso es importante conversar con su médico sobre la ingesta de vitaminas”.

“Lo importante del tema es consultar con su médico de cabecera, conocer muy bien sus condiciones y los medicamentos que toma, evaluar con su médico su historia clínica, perfil genético suyo y de su familia y otros detalles para determinar lo que es mejor para usted”.

Información proporcionada por Hospital Paitilla

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