El Cáncer de Cabeza y Cuello es un término amplio que engloba diversos tipos de cánceres que se originan en la región de la cabeza y el cuello, como su nombre lo indica. Estos se desarrollan cuando las células en estas áreas comienzan a crecer de manera descontrolada, afectando el funcionamiento normal del cuerpo. Pueden tener diferentes nombres dependiendo de la ubicación específica donde se originan, incluyendo el cáncer de cavidad bucal, orofaríngeo, nasal, seno paranasal, nasofaríngeo, de laringe y cáncer hipofaríngeo. El carcinoma de células escamosas es el tipo más común en esta área, y se origina en las células que recubren las diferentes partes de la nariz, la boca y la garganta.
Cáncer de Cabeza y Cuello y VPH
La infección crónica por el Virus del Papiloma Humano (VPH) es responsable de aproximadamente el 75% de todos los cánceres de orofaringe, que afectan la parte posterior de la garganta, incluyendo la base de la lengua y las amígdalas. Este virus se relaciona con distintas lesiones tumorales que aparecen en la cabeza y el cuello, incluidas lesiones malignas escamosas causadas por genotipos de alto riesgo como VPH-16 y VPH-18.
En mujeres, la mayoría de los tumores asociados a VPH corresponden al área ginecológica. Sin embargo, en hombres, los canceres de cabeza y cuello VPH-positivos corresponden al 50% de los cánceres asociados a VPH en este género, siendo diagnosticado casi 3 veces más en países desarrollados en comparación a aquellos menos desarrollados.
La vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) puede reducir drásticamente las infecciones orales por VPH que son un factor principal de riesgo de cáncer de orofaringe, un tipo de cáncer de cabeza y cuello. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda vacunar a las niñas y niños de 9 a 14 años para prevenir cánceres vinculados con el VPH. En Panamá la vacuna está disponible en el Programa Ampliado de Inmunización para niños y niñas de 10 años.
Red de apoyo y enfoque integral para la atención del paciente
Los pacientes con cáncer de cabeza y cuello pueden experimentar alteraciones relacionadas con la enfermedad y el tratamiento en las funciones diarias primarias, como el habla y la alimentación. Estos cambios a menudo persisten después del tratamiento y pueden conducir a déficits significativos en la calidad de vida y las relaciones interpersonales de los pacientes.
Entre los desafíos que deben enfrentar los pacientes con cáncer de cabeza y cuello están:
- Desafíos emocionales: Estudios existentes manifiestan la vulnerabilidad a la sintomatología psicológica en pacientes con cáncer de cabeza y cuello apareciendo con frecuencia síntomas depresivos y ansiosos.
- Impacto en la calidad de vida: El cáncer de cabeza y cuello puede comprometer funciones esenciales como hablar, tragar y respirar, lo que afecta significativamente la calidad de vida del paciente.
- Cambios imagen corporal: En algunos casos, sobre todo en el cáncer de cavidad oral, el paciente puede necesitar cirugía reconstructiva y plástica para reconstruir huesos o tejidos.
El objetivo del tratamiento de los cánceres de cabeza y cuello es controlar la enfermedad. Sin embargo, los médicos también se preocupan de conservar, en lo posible, la capacidad funcional de las zonas afectadas y de ayudar a que el paciente reanude sus actividades normales lo antes posible después del tratamiento.
Dada la complejidad de este escenario, se recomienda la creación de un equipo multidisciplinario de profesionales de salud altamente especializado para garantizar el mejor resultado oncológico y prevenir o tratar adecuadamente cualquier efecto adverso. El equipo multidisciplinario agrupado en una unidad funcional asegura que los esfuerzos profesionales sean coordinados oportuna y correctamente. Este enfoque implica centralización de la atención, lo que beneficia el resultado diagnóstico y terapéutico de los pacientes y, en consecuencia, su calidad de vida.
“Los tumores en la región de la cabeza y el cuello se localizan en un espacio anatómico sumamente delicado, lleno de estructuras con funciones diversas. Por esta razón, la atención integral se convierte en un pilar fundamental en el tratamiento de pacientes afectados por cáncer en esta área. Estos tumores pueden generar alteraciones tanto funcionales como estéticas en los pacientes, lo que subraya la necesidad de involucrar a diversos especialistas, tales como oncólogos, otorrinolaringólogos, nutricionistas, psicólogos, patólogos y cirujanos plásticos y maxilofaciales, entre otros. Este enfoque multidisciplinario, conocido como equipo de atención integral, no solo se dedica a combatir la enfermedad en sí, sino que también se preocupa por abordar las necesidades físicas, emocionales y desempeña un papel esencial en la minimización de las secuelas funcionales, estéticas y oncológicas del paciente, con el objetivo de lograr su reintegración exitosa en su vida cotidiana”, explicó el doctor Christian Hernández, médico especialista en Cirugía General y Oncología Quirúrgica.
Opciones terapéuticas para el tratamiento de cáncer de cabeza y cuello
El tratamiento del cáncer de cabeza y cuello puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida, inmunoterapia o una combinación de tratamientos. El plan de tratamiento para cada paciente depende de varios factores, incluso la ubicación del tumor, el estadio del cáncer, la edad y la salud general de la persona.
Con frecuencia, se usan muchos tipos de tratamientos juntos, por ejemplo, cirugía seguida de radioterapia o radioterapia combinada con quimioterapia. El manejo del cáncer de cabeza y cuello suele requerir de un equipo de médicos y otros profesionales, incluidos nutricionistas/dietistas y terapistas del habla y del lenguaje.
La inmunoterapia se ha convertido en una parte importante del tratamiento de algunos tipos de cáncer, ya que es un tipo de tratamiento que estimula las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer, ayudando al sistema inmune a aumentar su eficacia para detener o retardar el crecimiento de las células cancerígenas, evitando así que se extienda.
“La inmunoterapia ha marcado un antes y un después en el tratamiento de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello. Esta herramienta terapéutica ha revolucionado la forma en que enfrentamos la enfermedad, brindando nuevas perspectivas y esperanzas a aquellos que luchan contra este tipo de cáncer”, concluyó el doctor Christian Hernández.