Vocero: Erick Barrios, Gerente de Ciberseguridad de SONDA

Hoy en día, la interconectividad es una realidad en la que las empresas dependen cada vez más de la tecnología para mantener sus operaciones en marcha. En este contexto, la ciberseguridad se ha vuelto esencial, no solo para proteger activos valiosos, sino también para garantizar la continuidad del negocio. Las amenazas cibernéticas no dejan de evolucionar, buscando constantemente las debilidades en las defensas de las organizaciones a través de tácticas cada vez más sofisticadas.

La ciberseguridad corporativa implica una serie de medidas y estrategias diseñadas para proteger los sistemas, redes y datos de las empresas frente a estas amenazas. Desde ataques de ransomware y phishing hasta vulnerabilidades en la infraestructura de TI o en la nube, las amenazas pueden manifestarse de diversas maneras. La habilidad de una empresa para anticipar y mitigar estos riesgos es crucial para su supervivencia y crecimiento en el mercado.

De acuerdo con el Índice Global de Protección de Datos de Dell Technologies, en 2023, el 52% de las organizaciones sufrió algún tipo de ciberataque que comprometió el acceso a sus datos. Además, el 90% reportó disrupciones en sus sistemas de TI, con las brechas de seguridad externas como la causa principal de pérdida de datos y tiempo de inactividad. Estos datos ponen de manifiesto la creciente vulnerabilidad de las organizaciones frente a las amenazas cibernéticas en un entorno digital que no para de complejizarse.

Dado este panorama, es vital que las empresas adopten un enfoque proactivo en ciberseguridad. No es cuestión de “si” un ataque sucederá, sino de “cuándo”. Esto implica no solo implementar medidas avanzadas de prevención y detección, sino también tener planes de respuesta bien definidos y probados. La formación continua de los empleados es clave, ya que el factor humano sigue siendo uno de los puntos más vulnerables en la cadena de seguridad.

Invertir en tecnología es esencial, pero debe ir de la mano con una cultura organizacional que valore la ciberseguridad en todos los niveles. La alta dirección tiene que estar comprometida, entendiendo los riesgos y asignando los recursos necesarios para mitigar las amenazas. Esto incluye trabajar con consultoras especializadas que puedan ofrecer perspectivas actualizadas y objetivas sobre las mejores prácticas y tendencias emergentes.

Desde SONDA, hemos observado que aproximadamente el 80%  de las empresas ya están tomando medidas para protegerse contra ciberataques, lo que demuestra la importancia que ha cobrado este tema. Entre las soluciones que ofrecemos a nuestros diversos clientes para mantenerse protegidos está la detección proactiva de amenazas y vulnerabilidades, servicios avanzados de ciberseguridad para respuesta bajo ataque, seguridad ofensiva y cumplimiento normativo, ataques de Phishing y protección de stakeholders, entre otros. Las pequeñas, medianas y grandes empresas no son inmunes a estas amenazas.

En un mundo interconectado, la ciberseguridad ha dejado de ser una opción; es una necesidad urgente. Las organizaciones que logren integrar la seguridad en su ADN corporativo estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos futuros y prosperar en un entorno digital cada vez más competitivo.

Por Nereyda Cárdenas

Soy una periodista apasionada por la vida y todo lo bello que hay en ella. Siempre me ha gustado escribir sobre diversos temas y este es un excelente momento para explotar mi talento.

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