Este mes, y en especial el día 29, nos enfocamos en un órgano vital cuyo mal funcionamiento es la principal causa de muertes en el mundo: el corazón. Para abordar este tema, la Dra. Pilar Santamaría, especialista en Medicina Clínica, y el Dr. Daniel Pichel, cardiólogo de Hospital Paitilla, conversaron en Instagram Live.
Factores de riesgo cardiovascular
Existen factores de riesgo que no podemos controlar, como la edad, el sexo o la historia familiar. Sin embargo, otros factores como el hábito de fumar (incluyendo cigarrillos y vapeo), el colesterol alto, la glucosa elevada (diabetes), la hipertensión, la obesidad y el sedentarismo, son modificables y juegan un papel clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
¿Qué es el sedentarismo?
El término puede generar confusión. “Se considera vida sedentaria cuando no se cumple con la actividad física recomendada, que es un mínimo de 150 minutos a la semana, repartidos en al menos tres sesiones. Esta actividad no debe ser una caminata lenta; debe suponer un esfuerzo, como para que hablar resulte difícil mientras se realiza”, explica el Dr. Pichel.
Además, de ejercicios aeróbicos, es importante incorporar ejercicios de fuerza muscular, especialmente para preservar la salud durante el envejecimiento. “A partir de los 50 años, el tono muscular disminuye drásticamente, por lo que actividades cotidianas, como cargar las bolsas del supermercado, pueden ayudar a mantener nuestros músculos activos. El ejercicio es acumulativo, lo que significa que los 30 minutos diarios no tienen que hacerse de una sola vez, sino a lo largo del día”, añade Pichel.
Síntomas de problemas cardíacos
Dolor en el centro del pecho, que puede irradiarse a los hombros, la espalda, la mandíbula o los dientes (especialmente del lado izquierdo), falta de aire, sensación de ahogo, “disnea suspirosa” (necesidad de respirar profundamente para sentir alivio), desmayos, hinchazón en las piernas o palpitaciones irregulares o rápidas, son señales de alerta. Ante cualquiera de estos síntomas, es crucial acudir al cuarto de urgencias de inmediato.
Si los síntomas son leves o intermitentes, como la falta ocasional de aire al realizar actividades cotidianas, es importante consultar al médico, ya que muchas veces los infartos han sido precedidos por estas señales.
El estrés, las emociones y la salud del corazón
“El estrés es una sobrecarga para el sistema cardiovascular. Provoca una respuesta exagerada del sistema nervioso simpático, lo que eleva la presión arterial, aumenta las enzimas cardíacas y puede alterar el electrocardiograma. En personas con condiciones cardíacas, el estrés extremo, un susto o un enojo pueden desencadenar un ataque al corazón”, advierte el Dr. Pichel.
El síndrome de Takotsubo, conocido como “síndrome del corazón roto”, se hizo más visible durante la pandemia, cuando se registraron muertes en pacientes sin enfermedad coronaria previa. Este síndrome, causado por estrés extremo, genera síntomas similares a un infarto agudo. Aunque es posible recuperarse, sigue siendo objeto de estudio.
COVID-19, la vacuna y el corazón
Tanto el COVID-19 como su vacuna han demostrado causar inflamaciones en el corazón, como miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y pericarditis (inflamación de la membrana que lo recubre). Sin embargo, la inflamación provocada por el virus es mucho más severa que la causada por la vacuna. “A pesar de los posibles efectos secundarios, los beneficios de la vacuna superan con creces los riesgos. Recordemos que todos los medicamentos pueden tener efectos secundarios, no solo las vacunas”, aclara Pichel.
Muerte súbita
La muerte súbita es causada por una arritmia, una alteración en las contracciones del corazón debido a un “cortocircuito” eléctrico, lo que provoca que el corazón deje de latir. Al no llegar sangre al cerebro, los tejidos de ambos órganos comienzan a morir en menos de una hora.
¿Qué podemos hacer para cuidar el corazón?
“Los chequeos médicos periódicos son fundamentales para detectar problemas a tiempo”, señala Pichel. Estos exámenes incluyen medir valores clave, y con el tiempo se pueden agregar estudios adicionales, como colonoscopías, endoscopías o mamografías. “Es importante también compartir la historia familiar con el médico y no posponer los controles regulares”.
Adquirir buenos hábitos desde jóvenes, como una alimentación equilibrada y ejercicio regular, es la clave para prevenir enfermedades cardíacas.
Datos importantes sobre la salud del corazón
- No es que se detecten más enfermedades cardiovasculares, sino que la población vive más años, lo que aumenta la incidencia de estas condiciones.
- El dolor en el pecho no es el único síntoma de un infarto; hay pacientes que no lo experimentan.
- Aunque es más frecuente en personas mayores, los infartos pueden ocurrir a cualquier edad.
- Las mujeres tienen menor riesgo de enfermedades cardíacas antes de la menopausia; después de esta etapa, el riesgo se iguala al de los hombres.
- Una alimentación saludable y ejercicio regular no siempre son suficientes para bajar el colesterol; a veces es necesario recurrir a medicamentos.
- En los años 80, se recomendaba tomar una aspirina diaria para prevenir infartos. Hoy, esta recomendación es solo para quienes ya han tenido un evento cardíaco o han sido operados del corazón.
- El exceso de sal aumenta la presión arterial, lo que sobrecarga el corazón.
- Es recomendable visitar al médico antes de iniciar un deporte o ejercicio vigoroso.
- Aunque se esté en buen estado físico, otros factores de riesgo pueden llevar a un problema cardíaco.
- La hipertensión a menudo no presenta síntomas, por lo que es importante medirla regularmente.