Escrito por: Yessika de Quintal, Gerente de Medio Ambiente de la Planta de Producción de Cervecería Nacional
Desde los primeros registros de la elaboración de cerveza, que se remontan al año 4.000 a.C. en la antigua Mesopotamia, hasta el desarrollo a gran escala que podemos ver hoy en día en las plantas de producción cervecera, la industria de bebidas alcohólicas ha recorrido un largo camino de desarrollo e innovación constante. La economía circular ha jugado un papel clave en la reducción de residuos y la optimización del uso de los recursos naturales, buscando no solo mejorar la eficiencia de las operaciones, sino también generar un impacto positivo en las comunidades y el entorno en el que operan las plantas de producción.
Sabemos que la economía circular se rige por un modelo de producción y consumo basado en reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes siempre que sea posible para crear un valor añadido, con el objetivo de extender el ciclo de vida de los productos. Esta práctica no está alejada de lo que sucede hoy en día en las plantas de producción cervecera de vanguardia, las cuales adoptan estrategias de sostenibilidad para minimizar su impacto ambiental. La implementación de este enfoque se ha vuelto fundamental para asegurar la sostenibilidad a largo plazo del sector.
Transformando los residuos en oportunidades
En las plantas de producción de cerveza, uno de los recursos más valiosos y sensibles es el agua. Es por ello por lo que las empresas pueden implementar diversas acciones para cuidar este recurso, optimizando métodos de limpieza y mantenimiento, reduciendo así el desperdicio de agua sin comprometer los elevados estándares de calidad e higiene.
Otro aspecto clave en la implementación de estrategias de economía circular es la gestión de residuos. Desde el uso de la cebada hasta otros subproductos que, en teoría, deberían ser descartados, se recomienda transformarlos en alimentos para ganado, por nuestra parte en Cervecería Nacional el 99% de nuestros residuos son reciclados evitando así que lleguen a vertederos. Esta estrategia contribuye al bienestar de los agricultores y ganaderos locales, fortaleciendo la cadena de valor e impulsando un ciclo productivo más sostenible.
La reducción del uso de envases es otro factor clave a destacar, ya que se puede maximizar el reciclaje de vidrio, aluminio y plástico, trabajando en colaboración con proveedores y recicladores para garantizar que los envases sean reciclables y, cuando sea posible, reutilizables. Además, se puede motivar a los consumidores a devolver los envases en puntos de venta, haciéndolos parte de este esfuerzo por ser más sostenibles.
Por nuestra parte, en Cervecería Nacional hemos sido conscientes de los desafíos ambientales y, por ello, hemos proactivamente realizado diversos esfuerzos para que el 82% de nuestros empaques contengan material reciclado o sean retornables.
Siguiendo esa línea, recientemente, el Ministerio de Comercio e Industrias destacó la distinción regional que recibimos en Cervecería Nacional por producir nuestras cervezas locales utilizando 100% electricidad proveniente de energía solar, lo que nos convierte en la primera compañía en Centroamérica en operar con energía limpia. Además, el Ministerio anunció la apertura de nuestra nueva oficina de compras globales en Panamá y un proyecto para sustituir la importación de almidón de maíz por producción local para la elaboración de nuestros productos, reafirmando así nuestro compromiso con la sostenibilidad.
Asimismo, hemos impulsado iniciativas para compensar el uso de agua en nuestras operaciones, enfocándonos en la protección de bosques y la restauración de áreas degradadas. Esto nos ha permitido conservar 250 hectáreas de bosque y reabastecer el 100% del agua utilizada en el embotellado; donde como compañía también nos hemos propuesto como meta cerrar el año con el compromiso de tan solo utilizar 2.7HL de agua por 1 HL de cerveza en el embotellamiento.
Estos y otros esfuerzos demuestran que la economía circular no es solo una moda pasajera, sino un enfoque que ha llegado para transformar profundamente nuestra forma de producir y consumir. Como industria que impulsa el desarrollo económico del país, debemos encontrar activamente soluciones innovadoras que nos permitan generar un impacto positivo en las comunidades donde operamos, promoviendo prácticas sostenibles.