Por: Eloy Lever, Director de Asuntos Corporativos, Legal, Suministros & Sostenibilidad en AB-Inbev – Cervecería Nacional

Cada 5 de junio celebramos ‘El Día Mundial del Medio Ambiente’, una fecha que ofrece la oportunidad valiosa de tomar conciencia de lo que estamos haciendo por la preservación de la tierra. Como líderes empresariales y desde las compañías, es imperativo entender el gran valor que tiene nuestro enfoque y estrategias, pero por sobre todo nuestras alianzas, porque en un mundo atravesado por retos ambientales urgentes, la sostenibilidad no puede depender de esfuerzos aislados, se trata de construir sistemas de colaboración que escalen el impacto, siendo entes multiplicadores, que lideran con ejemplo e inspiración para el resto del sector empresarial.

Uno de los puntos de aprendizaje más importantes que han marcado mi recorrido en la sostenibilidad es entender que el verdadero cambio ocurre cuando un objetivo se logra convertir en acción conjunta entre los distintos eslabones de la cadena. El recorrido de una estrategia sostenible nunca debe ser solitario, porque cada paso que damos desde la transición energética hasta la gestión de residuos se puede potenciar con el respaldo de aliados claves que amplifican nuestra capacidad de transformar, innovar y contribuir. Las alianzas nos permiten construir puentes: entre lo técnico y lo comunitario, lo privado y lo público, lo urgente y lo necesario. Nos recuerdan que no hay transformación ambiental sin inclusión social.

En Cervecería Nacional, las alianzas han sido un pilar fundamental para avanzar en nuestro camino hacia la sostenibilidad. Desde el trabajo conjunto con Celsia para la instalación de paneles solares que hoy nos permiten operar con un 100% de energía eléctrica solar en toda nuestra producción, hasta la alianza público-privada con la Junta Comunal de Bella Vista, Trashforma y el Club Rotario de Panamá Este para promover jornadas de limpieza y reciclaje en el Parque Andrés Bello. También destaca el programa Eclipse, una plataforma que invita a nuestros proveedores a sumarse al proceso de descarbonización a través de herramientas para medir sus emisiones, sesiones de capacitación con expertos, acompañamiento técnico, guías sobre contabilidad de carbono y apoyo en la definición de metas de reducción y transición energética. Todos estos son ejemplos del poder de trabajar en conjunto: sembrar modelos, generar aprendizaje colectivo y activar redes que impulsan el cambio, el crecimiento y la posibilidad de ser replicadas en distintos contextos.

Más allá de las cifras, lo importante es el mensaje que debemos replicar: no tenemos que recorrer este compromiso con la sostenibilidad y el ambiente de manera individual, se puede hacer de forma colectiva y con esto potenciar la magnitud de nuestra impacto y alcance, por el crecimiento de cada una de nuestras empresas, pero sobre todo por la preservación del planeta que todos habitamos.

Este 5 de junio no es solo una conmemoración, es un llamado a unir fuerzas, debemos tener claro que cada alianza —entre empresas, con comunidades, con gobiernos o con proveedores— tiene el potencial de generar un impacto que trasciende su escala original. Porque sumar compromisos, multiplica soluciones.

Por demujeres.net

Soy una periodista apasionada por la vida y todo lo bello que hay en ella. Siempre me ha gustado escribir sobre diversos temas y este es un excelente momento para explotar mi talento.

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