La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una patología que exige una atención inmediata por parte de las autoridades de salud y de la población en general, pues se ha convertido en la tercera causa de muerte a nivel global, afectando a personas de todos los estratos socioeconómicos y grupos de edad y cobrando alrededor de 3millones de vidas al año.
El tasa de mortalidad es alta, pues 1 de cada 5 pacientes fallecen en el plazo de un año luego de su primera hospitalización, lo que recalca la importancia de transformar la vida de estas personas a través de la intervención temprana y poniendo a disposición tratamientos innovadores. La prevención de las exacerbaciones es una prioridad clínica clave, ya que incluso una sola exacerbación puede causar un mayor deterioro de la función pulmonar de un paciente y agravar su condición.
Entre los principales síntomas del EPOC figuran la falta de aire, sibilancias, opresión en el pecho, tos crónica, infecciones respiratorias frecuentes, fatiga, pérdida de peso involuntario, hinchazón de piernas, tobillos o pies. Las medidas que los pacientes pueden implementar para mejorar su calidad de vida y ayudar a controlar la patología son evitar el tabaco, actividad física regular y vacunarse contra enfermedades respiratorias como la neumonía, la gripe y la COVID-19. Aunque se considera que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es progresiva y que empeora con el tiempo, es tratable.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la incidencia en la región latinoamericana ha aumentado y se ve un crecimiento en la prevalencia de 212 millones de casos, siendo más común en hombres y personas de edades avanzadas. Se estima que para el año 2050, la prevalencia en la región será de más de 25 millones de casos, superando a América del Norte y la zona de Europa-Asia Central.
“La EPOC tiene un impacto significativo en la vida de los pacientes, incluyendo consecuencias físicas como la dificultad para realizar las actividades cotidianas perjudicando así la calidad de vida del paciente,2 afectaciones en la parte emocional y a esto se le añade disminución de la productividad por lo que sus ingresos económicos se ven reducidos.Es importante hacer un llamado a las autoridades de salud para transformar la atención en estas personas, logrando un mayor acceso a las terapias que revierten el daño y deterioro de la función pulmonar, y generando mayor información para prevenir la enfermedad entendiendo que es una amenaza a la salud de la población y a los sistemas sanitarios de todo el mundo, ” añadió el Dr. Rojas.
Para lograr un diagnóstico, el paciente debe ser estudiado por un especialista y confirmado por exámenes médicos como la espirometría que es una prueba de función pulmonar, rayos X en el tórax, tomografía, análisis de los gases de la sangre arterial y otras pruebas de laboratorio. Si bien, no hay una cura para la EPOC, si existen tratamientos que ayuden a mejorar la situación de los pacientes y retrasar la evolución de la enfermedad.