Las nuevas tecnologías nos ofrecen un abanico de beneficios, pero pueden incluir algunos riesgos que debemos tener presente y sobre todo saber cómo mitigarlos. En la actualidad muchos de nuestros dispositivos utilizan ondas electromagnéticas y ondas de radio para comunicarnos con otras personas o equipos y para transferir información. Por ejemplo, algunos equipos de sonido permiten que, con solo colocar un celular sobre ellos, la música que sonaba en el celular, empiece a sonar inmediatamente en ese equipo de sonido. Igualmente, la tecnología actual nos permite realizar pagos con nuestras tarjetas de crédito son sólo acercar nuestra tarjeta a un punto de pago. Un último ejemplo muy práctico y conveniente es que nuestro teléfono o dispositivos asociados a él, pueden ser rastreados, permitiéndonos encontrarlo si se nos extravía o incluso encontrar esos audífonos inalámbricos que no sabemos dónde están. Pero ¿son segura estas tecnologías?
La respuesta simple sería sí, pero no. Sí es seguro ya que, si es bien manejado, no tendremos problemas de seguridad y nuestra información y datos se mantendrán a salvo. Pero la gran mayoría de nosotros no hacemos un buen uso de las configuraciones de seguridad de estas tecnologías, lo que permite que personas ajenas se aprovechen de nosotros.
Varios años atrás, cuando uno deseaba tener certeza que nadie rastreaba su celular, lo que hacía era retirar la batería de este y con esto el celular no podía enviar información sobre su ubicación. Pero hoy en día los celulares registran información incluso si están en “modo avión” o apagados. Otra situación de las que no estamos muy conscientes es que las tarjetas de crédito “contactless” o aquellas con las que sólo tenemos que acercarlas al punto de ventas, son susceptibles a que algún malhechor, nos robe nuestro número de tarjeta de crédito, fecha de vencimiento y nombre, sólo acercándose a nosotros.
Debido a los riesgos relacionados al uso de estas tecnologías, se han empezado a utilizar tecnologías como las “Bolsas de Faraday” o “Carteras de Faraday”. Estas bolsas funcionan usando los principios conceptualizados por Michael Faraday en 1836 y lo que se denominó “Jaula Faraday”. Una Jaula Faraday es una estructura metálica que bloquea campos electromagnéticos, protegiendo los objetos en su interior de interferencias electromagnéticas.
Las bolsas Faraday pueden prevenir que nos rastreen a través de nuestro teléfono celular, tablet o laptop ya que impedirá que el dispositivo pueda enviar o recibir cualquier tipo de señal electromagnética, por lo cual no podrá ser rastreado mientras se encuentre dentro de la bolsa. De igual forma funcionan las carteras de Faraday, en donde las tarjetas de crédito “contacless” que coloquemos en su interior no podrán ser leídas de forma no autorizada por malhechores, evitando así que hagan compras fraudulentas con la información de estas.
En conclusión, más que un lujo, las bolsas o carteras Faraday ayudan a protegernos de fraudes, robo de datos personales y de que no seamos rastreados por las aplicaciones en nuestros celulares, tablets, laptops o cualquier dispositivo que permita el rastreo del dispositivo.