Anhelar un segundo hijo puede ser un camino lleno de esperanzas y expectativas, pero también una causa de frustración para muchas parejas. La infertilidad secundaria, que afecta a una de cada diez parejas, se presenta cuando han logrado un embarazo de forma natural anteriormente, pero ahora enfrentan dificultades para concebir nuevamente. 

“Es crucial que las parejas comprendan que la infertilidad secundaria es un problema real que puede tener diversas causas y soluciones. La consulta temprana puede ayudar a identificar problemas y aumentar las posibilidades de éxito de un embarazo”,  afirma el Dr. Saúl Barrera, director médico de IVI Panamá. 

Aunque muchas personas asocian a la infertilidad con la imposibilidad total de concebir, es importante reconocer que existen diversos factores que pueden contribuir a este desafío, incluidos problemas de salud, cambios hormonales y otros aspectos relacionados con la edad. Estos factores pueden dificultar la concepción en parejas que previamente no habían tenido problemas para quedar embarazadas.

También se debe tomar en cuenta que una mujer de 30 años tiene un 20% de probabilidad de quedar embarazada cada mes, pero este porcentaje disminuye drásticamente a un 5% a los 40 años, lo que puede complicar aún más el proceso de concebir.

Ante esta situación, es fundamental que las parejas que desean un segundo hijo consideren buscar orientación y apoyo médico. Existen tratamientos de reproducción asistida, que pueden ayudar a resolver el problema y aumentar las probabilidades de un embarazo exitoso. Con el conocimiento adecuado y la ayuda de profesionales de la salud, las parejas pueden encontrar soluciones efectivas para cumplir su deseo de agrandar la familia, incluso en circunstancias complicadas.

¿Cuándo considerar la reproducción asistida para tener un segundo hijo?

La decisión de optar por tratamientos de reproducción asistida para concebir nuevamente debe ser cuidadosamente considerada y discutida entre la pareja. Algunos factores para tener en cuenta son:

Tiempo de intento: en la mujer, a partir de los 35 años, se recomienda consultar a un especialista después de transcurridos seis meses de relaciones sexuales sin lograr un embarazo.

Edad: dado que la fertilidad femenina disminuye con la edad y la urgencia puede aumentar si la mujer está cerca de los 40 años.

Salud general: si hay condiciones de salud preexistentes que podrían estar afectando la fertilidad, es recomendable buscar ayuda médica. Esto incluye problemas hormonales, condiciones metabólicas o enfermedades crónicas.

Opciones de tratamiento para tener un segundo hijo

Si se determina que la reproducción asistida es necesaria, existen varios enfoques terapéuticos para ayudar a las parejas a concebir un segundo hijo:

Inseminación Artificial (IA): este método es especialmente útil en casos de bajo recuento de espermatozoides o problemas de movilidad. La IA implica seleccionar los espermatozoides de mejor calidad y, con frecuencia, se acompaña de estimulación ovárica para asegurar la ovulación. Los espermatozoides se introducen en el útero a través de una cánula, lo que incrementa las posibilidades de embarazo. Este procedimiento es menos invasivo y puede ser una primera opción antes de considerar tratamientos más complejos.

Fecundación In Vitro (FIV): la FIV es considerada una de las soluciones más efectivas para las parejas con dificultades para concebir. Este procedimiento consiste en estimular los ovarios para producir óvulos que luego se fecundan con espermatozoides en un laboratorio. Los embriones más saludables se seleccionan e implantan en el útero, aumentando significativamente las probabilidades de éxito. La FIV puede ser especialmente recomendada para parejas donde la edad de la mujer juega un papel importante en la fertilidad, así como en aquellos casos donde se han identificado condiciones médicas que complican el embarazo.

Apoyo emocional durante el proceso

El proceso de intentar concebir un segundo hijo puede ser emocionalmente agotador, especialmente para aquellas parejas que han tenido éxito anteriormente. La ansiedad y la presión social pueden aumentar la tensión en la relación. Por lo tanto, es crucial contar con un sistema de apoyo sólido, que puede incluir amistades, familiares y psicólogos.

Además, la comunicación abierta entre la pareja es fundamental. Hablar sobre las preocupaciones y expectativas puede ayudar a aliviar la ansiedad y fomentar un entorno de apoyo mutuo. IVI Panamá ofrece el servicio de asesoramiento psicológico para ayudar a las parejas a navegar por este proceso emocional.

Con el conocimiento adecuado sobre las causas de la infertilidad secundaria y las opciones de tratamiento disponibles, las parejas pueden tomar decisiones informadas que les ayuden a alcanzar su sueño de agrandar la familia. 

Por Nereyda Cárdenas

Soy una periodista apasionada por la vida y todo lo bello que hay en ella. Siempre me ha gustado escribir sobre diversos temas y este es un excelente momento para explotar mi talento.

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