Las personas crearon sus pequeños negocios, pero se debe tener estrategias de marca para que dure en el tiempo.
Antes de la pandemia ya en Panamá estaban emergiendo los emprendimientos, como una forma de que los asalariados tuvieran otro ingreso, aparte del de su trabajo formal.
Para Yamileth Calvo, el emprendimiento es un motor importante para la economía de los países. Son la cuna de las pequeñas y medianas empresas, que aportan más de 28% al empleo de nuestro país. Según medios locales, la pandemia generó un colapso en el empleo formal ocasionando perdidas de casi 37% en el sector privado, mientras que, alrededor del 90% de los empleos generados fueron informales.
Según el Monitor Global de Emprendimiento (GEM) Panamá tiene una de las tasas más altas en emprendimientos, alrededor de un 31%, pero son inicios de negocios que su aviso de operaciones muchas veces no llega a los 42 meses; mientras que las micro y medianas empresas abarcan un aproximado de 4%, que según la Ley de AMPYME deben facturar 1 millón de dólares anuales.
“La idea de un emprendimiento es que pueda estructurarse para su crecimiento, generando preferencia y fidelidad de tu cliente hacia tu servicio o producto”, indicó. La consultora de branding explicó que muchas veces un emprendimiento no llega a sus 42 meses de vida porque no hay una propuesta de valor diferenciada, que destaque al producto o servicio de manera sostenible. Esto se puede evitar con una estrategia de marca desde el diseño del emprendimiento.
Se debe recordar que no es armar un proyecto económico porque es una moda o por salir del paso, se requiere toda una habilidad detrás para hacer que nuestro pequeño negocio crezca en el tiempo, como:
• Hacer el modelo de negocio, de modo que puedas saber con antelación cuales son las métricas y acciones claves para que funcione
• Cuanta inversión se necesita para ese primer año de operación.
• No solo aventurarnos a hacer los gastos sin un plan a mediano y largo plazo de los ingresos que se deben generar cuando se deben hacer las inversiones.
Para los que ya emprendieron, Yamileth les sugiere que reflexionen sobre estas preguntas:
• ¿Tienes algo que destaca a tu producto o servicio?
• ¿Lo estás comunicando de una forma que transmite un beneficio que el cliente obtiene?
• ¿Ejecutas comunicación y tácticas que se alinean con el posicionamiento y promesa de tu marca?
• ¿Transmites personalidad, estilo de vida, valores que van más allá de tus productos o servicios?
• ¿Reconoces donde encuentras a tu cliente objetivo más receptivo?
• ¿Tienes un plan de marketing que aprovecha medios offline y online, y medios pagados, propios y ganados?
Finalmente, dijo que todos podemos emprender, siempre y cuando tengamos el deseo y podamos capacitarnos o buscar apoyo en las habilidades que no tenemos tan desarrolladas. “Muchos piensan que haber trabajado en una oficina les da experiencia para emprender, y no es así, primero porque en una empresa contamos con más recurso humano y económico de cuando emprendemos. Segundo, porque en un emprendimiento somos como gerentes generales, y debemos saber de todo: mucho de nuestro producto o servicio y luego un poquito de contabilidad, finanzas, ventas, marketing, servicio al cliente, logística, etcétera”.
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