A tres años de la pandemia de COVID-19, el virus sigue siendo responsable de numerosas defunciones y hospitalizaciones a nivel mundial. Datos reportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 23 de octubre al 19 de noviembre del 2023, muestran que a nivel mundial hay más de medio millón de nuevos casos de infección por COVID-19. A medida que surgen nuevas variantes del virus y disminuye la inmunidad, existe una necesidad urgente de vacunar al público con una dosis de refuerzo.
De hecho, el Grupo Asesor Técnico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la Composición de la Vacuna COVID-19 (TAG-CO-VAC) recomienda: “mantener la composición actual del antígeno de la vacuna COVID-19, es decir, un XBB.1.5 monovalente como el de la vacuna COVID-19 actualizada”.
Los datos disponibles sugieren que el virus original y las variantes anteriores como Alfa, Beta, Gamma y Delta ya no están presentes en las personas infectadas. En su lugar, desde febrero de 2022, los virus Ómicron representan más del 98% de las secuencias presentes y constituyen el fondo genético del que probablemente surgirán nuevas variantes del SRAS-CoV-2.
De acuerdo con Yamile Sandoval, gerente médico de la Unidad de Vacunas de Asofarma: “al dirigirse a las variantes de más fácil transmisión, los refuerzos actualizados de COVID-19 ayudan a proteger contra el virus”.
La vacuna tiene muchas ventajas:
- Es la forma más segura y confiable de generar protección a través de anticuerpos, a diferencia de exponerse y enfermarse de COVID-19.
- Las vacunas pueden proporcionar protección adicional a las personas que han padecido la enfermedad. Pueden evitar la hospitalización en caso de reinfección.
- Mantenerse al día con las vacunas ayuda a controlar el patrón de oleadas, ya que las vacunas se actualizan para hacer frente a las nuevas variantes preocupantes.
Las vacunas autorizadas actualmente ayudan a prevenir la hospitalización, enfermedad grave y muerte por COVID-19, la protección disminuye a medida que el virus muta a variantes inmunológicamente diferentes de las cepas incluidas en las vacunas originales. Se necesitan nuevas formulaciones de vacunas COVID-19 para mejorar la protección contra la enfermedad sintomática y se seguirán actualizando.